Juan Armayones - Escultor

Siguiendo con uno de los apartados habituales de nuestra publicación, esta vez vamos a tratar de conocer un poco a uno de esos artistas anónimos que, aún siendo vecinos nuestros , nos resultan desconocidos en esas facetas artísticas con las que nos sorprenden gratamente de vez en cuando.

Se trata de Juan Armayones , quien, desde muy pequeño, 5 ó 6 años, sintió la afición por el modelado, y así en el corral de su casa del “Barrio Pozo”, aprovechaba el barro para hacer figuras de animales con los que construía una cortijada. Estas figurillas constituían los únicos juguetes que poseía, los cuales, a veces, desaparecían porque otros niños se quedaban con ellos, y otras veces, el mismo los cambiaba por un trozo de panque aliviaba en lo posible, las graves penurias que se atravesaban en en aquellos tristes años de la posguerra.

A los 20 años, mientras contemplaba una película en la que alguien esculpía un tronco de madera, pensó en hacer lo mismo con sus creaciones, y desde entonces han sido muchas las obras realizadas con este material, sobre todo con madera de cepa de olivo que, según confiesa, es más facil de trabajar.

Juan Armayones es uno de tantos españoles que tuvieron que salir a buscar nuevos horizontes que le permitieran mayores posibilidades de mejorar su vida, y de esta forma permaneció durante 28 años en Alemania, haciendose esta estancia más difícil, si cabe, al quedar su familia aquí y solamente poder estar junto a ellos durante los periodos vacacionales.

Durante todo este tiempo, siguió llevando adelante su afición, dejando en Alemania numerosas obras.

Su tema preferido es el relacionado con el campo y sus labores, pero cabe destacar una serie de carrozas arrastradas por mulos, de las que servían antaño para viajar por toda España, y una colección de figuras relacionadas con el “Quijote”.

Hoy en día continua con su “hobby”, ocupando gran parte de su casa con multitud de animalitos y hombrecillos que pululan por todos los rincones.

José Morales