domingo, agosto 27, 2006

Miguel Moreno Macias - Cantaor

Miguel Moreno Macias nació en Marzo del año catorce en la calle Barranco, jornalero, peón albañil, camarero y finalmente guarda desde 1955 año que marchó a Sevilla con su familia. Lastima que en la postguerra local no hubiese instituciones de carácter flamenco donde perfeccionar su arte, ni siquiera peña flamenca.

Lo normal era que los aficionaos al cante se juntasen en las tabernas y se picaran entre ellos a ver quien lo hacia mejor. Cascabel muchas veces mano a mano con Carlos “el remendao” y en menor número de ocasiones con otros como “el canario”, etc.

Fue un hombre generoso y solidario para con sus amigos; cuentan que cuando trabajaba de camarero y alguno de ellos venia a pedirle dinero, simplemente para dar de comer a sus proles, él volcaba la bandeja de barman y empezaba a marcar ritmos flamencos con los dedos hasta acabar cantando que era lo suyo. Las propinas que recogía con sus cantes se las daba a sus necesitados amigos. Cascabel fue ganador de los tres primeros premios del concurso de saetas de radio Sevilla. Trayectoria que empezó en el “Bar Turrones” esperando ver la entrá de la Macarena, allí cantó una saeta por martinete que emocionó a los presentes y a su hija que lo acompañaba y recuerda como una persona mayor le dijo a su padre “que Dios le bendiga muchos años”.

Su hija María del Carmen Moreno me cuenta que cuando abandonó el pueblo tenía tan solo 3 años y recuerda muy poco; “ir por calles empedradas con mi padre a ver a mi madre de lavar en el pilar...” Del quintillo (Montequinto) si conserva gratos recuerdos. De como su padre cogió un baño de zinc, panderetas, “el chinchin”, etc y nos pusimos todos a tocar y cantar villancicos, y lo que encartó; fue una noche de Navidad inolvidable. Mari Carmen confiesa que el cante lo tiene abandonado se dedica a su familia, a sus labores de casa, realizando las faenas es cuando canta, cosa que agradecen ciertas vecinas del barrio cuando la escuchan, especialmente una anciana amante del flamenco que dice que: la “cascabela” le alegra la vida con sus cantos. A pesar de sus cualidades tan solo ha cantao en San Marcos, y en la feria de Los Corralesy una saeta en la Semana Santa del 97. Ni quieren ni desea dedicarse al cante entre otras cosas porque este arte hay que perfeccionarlo para actuar e público. Su hermana Dolores también cantaba muy bien, la ha escuchado de pequeña en los balcones de Sevilla acompañada de su padre quien dijo al público “... Lo que le falte a ella, se lo pongo yo”. Así pues tres generaciones de buenos cantaores, pues los nietos de Miguel también lo hacen bastantes bien. Es por ello que esta familia merecía este pequeño homenaje que desde nuestra revista le hacemos.


JRT

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